Nunca, como para este personaje, sirvió el viejo dicho de: "boxerista se nace, no de hace". De hecho la mayoría de los niños identifica al perro con el lobo; el único perro que Giancarlo conseguía imaginar y a extraer de sus dibujos era el Boxer. En los lejanos recuerdos de su infancia, ve todavía ese hocico negro y prepotente, con aquellos ojos oscuros, haciéndose sitio entre las sábanas de su cama, para lamerlo y protegerlo como solo el Boxer sabe hacerlo. Esta imagen, aparte de haberlo dirigido hacia esta raza, ha sido para el una especie de guía y de punto de referencia.
Su primer recuerdo nítido de un Boxer es a principios de 1950, en su pueblo natal, Bardolino, sobre las riveras del lago de Garda. Se trataba de Rumba, una hembra dorada, con el hocico negro, que por desgracia perdió prematuramente, arrollada por la furgoneta del panadero de Garda. Este accidente, del todo involuntario, suscitó un resentimiento duradero y constante en el joven Giancarlo y quizás inconscientemente le condicionó las futuras elecciones, de hecho, quien lo conoce, sabe bien su predilección por los sujetos con manto rojo ciervo, con mascara negra intensa y poco marcado en blanco.
En los primeros años '60, la familia se transfirió del lago a la ciudad de Verona, y estuvo un largo periodo sin tener contacto con el Boxer. Esta lejanía forzada había mantenido intacto su amor por esta raza. En aquel tiempo, de hecho, gracias también al interés del entonces presidente del grupo cinófilo veronés, el Doctor Tosadori, propietario, entre otros, de Top di Cittanova, una famosa y muy premiada hembra, venía organizada la exposición de Verona, un lugar seguramente privilegiado para observar y encontrar sujetos y criadores importantes del boxerísmo internacional. Quedan de hecho, grabados en su memoria la actuación del equipo cinófilo (in spagnolo non essiste un termine che sia sinonimo di cinoagonistico) de Marsella, que ya entonces, demostraban las grandes cualidades del Boxer. No puede olvidar como el Boxer reaccionaba en las situaciones de robo y agresión de su propietario, demostrando su coraje, su fidelidad y al mismo tiempo su gran equilibrio. Todo esto a, ciertamente, contribuido a hacer cada vez más ardiente la pasión de Giancarlo hacia esta raza, reforzando la convicción de que el perro no debe ser solo bonito, sino también, caracterológicamente sólido.
Otro acontecimiento relevante, que ocurre alrededor de la mitad de los '60, fue la gran exposición de la ATIBOX, que se celebró en Verona y que dejó un recuerdo imborrable en su memoria, no solo por los maravillosos ejemplares presentes, sino también porque fue una ocasión importante para enriquecer sus conocimientos técnicos.
Finalmente, y después de reunirse toda la familia con el padre, emigrado a Suiza diez años antes, volvían a casa Perrotta también los Boxer. El primer llegado, Gringo, un macho dorado sin blanco, con un carácter excepcional, pero morfológicamente no ciertamente perfecta. Después fue el turno de Schulz, un Boxer blanco, proveniente de un notable criadero italiano, que fue que fue separado a una tiernísima edad de la madre, para evitar el triste destino que, de siempre se ha reservado a estos sujetos. Schulz, aparte de su color, era un Boxer con la B mayúscula. Hijo de Stoffer v. Forenvald e di Mirta della Val di Senio, poseía una estructura potente y elegante, y una cabeza muy expresiva.
Todavía, después de aquellas experiencias directas con el Boxer, el deseo que se abría cada vez más camino en Giancarlo era el adquirir una hembra cuanto antes, para poder así, experimentar en primera persona y adquirir los conocimientos básicos para un futuro criadero. El caso es que en torno a mitad de los años '70, un amigo de familia, a causa de un improvisado traslado, regaló a Giancarlo Britta del Nettuno, una bonita, con casi dos años, hija de Carlo v. Henningshof. El momento del primer cruce no tardó en llegar. El semental que escogió para Britta fue Quirinale dei da Polenta, y de esta unión nacieron unos preciosos cachorros. Después de atentas evaluaciones y escrupulosas búsquedas con los pedigrees en mano (este es un momento, digamos 'sagrado' y fundamental, que todavía hoy caracteriza la personalidad de Giancarlo cada vez que tiene que elegir el macho para una de sus hembras), Britta fue cruzada con Cas v. Worickben y después con Mayk v. Nassau Oranien.
Mientras llegaba este meditado y tan suspirado cruce, Giancarlo se casó, transfiriéndose a una casa con mucho más espacio respecto al apartamento donde vivía con sus padres y sus Boxers. Inició enseguida a buscar un par de cachorras: su elección cayó sobre dos hermanas, una dorada y otra atigrada, provenientes de un criadero de la zona y nietas de Duko v. Otterloch. Por desgracia la cachorra atigrada murió durante el corte de orejas, gracias al imperdonable error del veterinario, y Kelly (que así se llamaba la hembra dorada) se encontró recibiendo toda la atención de Giancarlo y de su nueva familia. Kelly merece, sin duda alguna, un reconocimiento, pues, aunque no muy bonita, poseía todas las cualidades y características que un criador busca en una perra de cría: gracias a ella y a sus cachorros (no se puede dejar de citar a Erasmo del Gran Mogol, nacido en 1979, y que fue el primer el primer perro "del Gran Mogol" que obtiene el CAL 3 y la selección), Giancarlo adquirió definitivamente la mentalidad de criador, y empezó a exponer sus primeros ejemplares con el afijo "del Gran Mogol", obteniendo halagadores y estimulantes resultados. Otro cruce de Kelly que debe ser, sin duda, recordado, es con Vasco v.d. Donnersburg, porque representa un importante acercamiento de Giancarlo con Alemania y con el criadero más particular, que en aquellos años era seguramente el punto de referencia para quien tuviese intención de criar Boxers. En este periodo, Giancarlo se acercó a algunos personajes importantes del panorama boxerístico italiano y alemán, recogiendo sus preciosos consejos. Entre estos podemos recordar al Doctor Tomaso Bosi, titular del afijo "della Val di Senio", el Sr. Francesco Morandi, del criadero "dei da Polenta" y a Otto Donner, titular del afijo "v.d. Donnersburg". El Sr. Donner por desgracia nos dejó hace algunos años y merece un reconocimiento particular, no colo porque fue un personaje clave del boxerísmo mundial, sino también porque su alejamiento con el Boxer Club alemán, debido a sus discrepancias con el Club, ha señalado un periodo de fuerte crisis para el boxerísmo alemán aún visible hoy por hoy. (A propósito de esta figura, es un motivo de orgullo para Giancarlo Perrotta recordar que, el año pasado, la Sra. Donner adquirió del criadero "del Gran Mogol" una preciosa cachorra de nombre Xsara).
Después de estas primeras experiencias en tierras alemanas, Giancarlo se abonó al "Boxer Blatter" (órgano oficial del Club del Boxer alemán), e inició a frecuentar asiduamente las monográficas en Alemania, dándose cada vez más cuenta que eran estas las manifestaciones donde, efectivamente, se podía aprender alguna cosa. Siendo el dueño de un minibús, con nueve plazas, organizaba a menudo viajes a Alemania, en ocasión de algunas importantes manifestaciones boxerísticas, como la Jahressieger (campeonato del año alemán), la ATIBOX (comparable a un campeonato mundial monográfico del Boxer) u otras monográficas relevantes. En estos viajes participaban, entre otros, algunos jóvenes y sobresalientes boxerístas, como el Sr. Milan (del criadero "degli Scrovegni"), el Sr. Poli (del criadero "Saionara"), el Sr. Agostinelli (del criadero "del Roxius"), el Sr. Tomaello (del criadero "dei Glorianni"), el Sr. Perina (del criadero "de Capuleti"), que serían criadores de notable suceso. En el curso de estas inolvidables correrías, en las cuales tenían ocasión de observar, cada vez, nuevos ejemplares, tenían a la vez, la ocasión de aumentar sus conocimientos sobre la raza, porque como sostiene el Doctor Bosi: "solo con el enfrentamiento y con la discusión se consigue conocer lo mejor posible al Boxer".
A pesar de que los Boxers "del Gran Mogol" hubiesen conseguido buenísimas clasificaciones en estas manifestaciones, obteniendo siempre las calificaciones de "Excelente" (recordemos que en Alemania, en aquellos tiempos muchos Boxers italianos volvían a casa con juicios y calificaciones no verdaderamente brillantes) Giancarlo entendió que para hacer lo que se llama "un salto de calidad", debía adquirir una buena hembra en Alemania. Esto era más fácil decirlo que hacerlo, pues los alemanes eran muy reacios a exportar, y especialmente a Italia, las buenas reproductoras. Todavía y gracias al interés del Sr. Casiano Davare, que vivía frente a la familia Donner, Giancarlo consiguió obtener la inesperada y ansiada respuesta.
¡¡¡Y llegó así el gran día!!! Después de la improvisada respuesta desde Alemania partió inmediatamente, un bonito día de primavera de 1982. "Llegué a casa de los Donner por la mañana- recuerda todavía hoy Giancarlo Perrotta, no sin una visible emoción que se refleja en su rostro- y partimos enseguida hacia Augsburg, donde tenía que hacer el segundo reconocimiento de una camada muy importante en lo que concierne al carácter, como a la salud y a la tipicidad. Había seis cachorros, tres machos y tres hembras; entre estas había dos doradas y una atigrada. Los propietarios, los Sres. Wurzer, tenían intención de quedarse con una, pero la elección se concentró en dos de las cachorras, ya que la tercera, una de las doradas, tenía, en uno de los ojos, el tercer párpado despigmentado. Quedaban una dorada y una atigrada. Yo habría preferido la dorada, pero, obviamente, la elección estaba en ellos. Donner se dio cuenta de mis intenciones, y convenció a los criadores a optar por la atigrada. Después supe que la amistad entre los Sres. Wurzer decayó ligeramente a causa de este episodio. De hecho, la atigrada llegó a ser una perra muy bonita y una buena reproductora, yo me había llevado a casa a OLIVIA V. THANNAUSER, un sujeto que le dio la vuelta a mi criadero".
Muchos italianos cuando supieron de la adquisición hecha por Giancarlo, se quedaron cuanto menos perplejos, sobretodo porque esperaban un ejemplar de Boxer de ring; pero no entendieron que Olivia encerraba todo aquello que se la pide a una madre Boxer: potencia, elegancia, tipicidad y salud.
Giancarlo esperaba con ansia que Olivia creciera para realizar su primer cruce. Cuando llegó el tan ansiado momento, la elección fue influenciada por la amistad que surgió entre Giancarlo y los Sres. Wurzer (a propósito de la familia Wurzer, vale la pena recordar que hace tres años han adquirido del "Gran Mogol" Patty, una descendiente directa de Olivia, para poder llevar de nuevo a Alemania aquella espléndida línea de sangre). Ellos habían tenido una camada con un precioso ejemplar, muy premiado, Ch. Athos v. Landchesdom. Giancarlo, optó, entonces, también por este semental.
La camada nació el 31 de Marzo de 1984 y Olivia dio a luz a ocho cachorros: dos murieron enseguida y otro después de quince horas, con gran pesar de Giancarlo y de toda su familia, que ya contaba con tres hijos, y que como él, aman al Boxer. Todos estaban un poco desilusionados y resignados: los cuatro machos como la hembra que quedaron eran muy bonitos, pero atigrados. Y Giancarlo como se sabe prefiere los dorados. Pero el parto no había terminado. Después de casi veinticuatro horas del nacimiento del último cachorro, a las 15:00 horas del 1 de Abril, nació un macho dorado, RED DEL GRAN MOGOL. ¿Era quizás una señal del destino?
"La camada crecía bien- recuerda Giancarlo- y llegó rápido el momento de vender los cachorros. Decidí quedarme con un macho, y mi primera elección recayó sobre un macho atigrado oscuro, y que no tenía la más mínima marca blanca; a los cuarenta días había encontrado dueño para todos los cachorros, incluido el macho dorado, que debía ir a una familia de Verona. Estos señores que querían un perro de compañía y que no tenían la más mínima intención de ir a las exposiciones caninas, me dieron una pequeña señal y vendrían a recogerlo una vez hubiese cumplido los dos meses. A medida que crecían, numerosos boxeristas venían a ver los cachorros, hijos del campeón alemán, quedándose sorprendidos, sobre todo con el dorado. En realidad me di cuenta de que no podía vender ese cachorro, nacido bajo la señal del destino. Conseguí, no sin esfuerzo, persuadir a la familia que lo había escogido a llevarse el atigrado; así yo me quedé con aquel cachorro rojo ciervo oscuro llamado Red".
Este Boxer ha dejado, indudablemente, una marca imborrable en todo aquel que lo ha conocido y sobre todo en la familia Perrotta. "Su nombre suscita todavía emoción- nos precisa el propio criador- y espero que todos puedan poseer, una vez en sus vidas, un perro que tan solo se parezca a Red. De él Gunter Karg, presidente del Club alemán, en el curso de un campeonato del año alemán, dijo: " Este es el primer macho italiano que puede aguantar un enfrentamiento con nuestros machos". Una notable poetisa italiana, Antonia Pozzi, le ha, incluso, dedicado una poesía en su colección "vías paralelas", pues quedó impresionada la primera vez que vio a Red.
"Red" Morbido e profondo è lo sguardo scuro che emerge dalla tua maschera. Il rosso tuo velluto si muove goffo al passar del mio dito. Trovo la tua carcassa ancora elegante maestosa; vestita di tanta dignità. Sento il chinarsi del mio io di fronte a sì tanta bellezza, e umile mi sento. Vorrei, oh! sì vorrei è chiedere troppo forse vestire la mia anima del tuo essere? Fiaccola vivente conserva l'armonia della notte e la bellezza della vita. Donami il gusto dell'orgoglio per così arricchire il mio sguardo di questo prezioso gioiello che sei. |
"Red" Suave y profundo con la mirada oscura que emerge de tu máscara. El rojo de tu terciopelo se mueve desgarbadamente con el pasar de mi dedo. Encuentro tu armazón todavía elegante majestuoso; vestido de tanta dignidad. Siento la reverencia de mi Yo frente a tanta belleza, y humilde me siento. Quisiera, ¡oh! si, quisiera, ¿y pedir demasiado sería vestir mi alma con tu ser? Antorcha viviente conserva la armonía de la noche y la belleza de la vida. Dóname el gusto del orgullo para así enriquecer mi mirada con esa preciosa joya que eres tú. |
De las sucesivas camadas de Olivia nacieron algunos de los grandes pilares del criadero: primero ZITA, después CIRO y también FLORA. Por desgracia Ciro (¡¡¡ que hoy cuenta con nada menos que trece años, y goza de una estupenda salud!!!), no fue muy utilizado en el criadero y así su particular línea de sangre se ha perdido; todavía sobrevive una parte, gracias a dos hermanas suyas, Clodia (vendida en Alemania, al criadero "Alt Muhldorf"), y Clea (cedida en Sicilia, al criadero "Magna Vis").
Zita e Flora se quedaron con la familia Perrotta. En lo que concierne a Zita, no se pueden olvidar algunas de sus hijas, como LEDITBE, LOIRA, PRINCIPESSA (adquirida por el criadero alemán "v.d. Elchtranke"), HONDA e Hydra, sujetos que no solo han obtenido primeros puestos en pruebas de belleza y trabajo, sino que han sido optimas reproductoras y madres de numerosos campeones. De la última camada de Zita, entre otros, es un deber recordar a ZEB y Zara: el primero, vendido también en Alemania, ha destacado en numerosas pruebas de trabajo, mientras la segunda, propiedad del criadero "della Carlinga", y madre de una reciente campeona joven ATIBOX.
En lo que concierna a Flora, es sin lugar a dudas, la que ha heredado todas las preciadas virtudes de la madre, y esto no quiere decir que su hermana no las tuviera, Zita era un ejemplar que también valía para ring. De la primera camada de Flora con Ch. Hoss v.d. Golquelle, nacieron seis cachorros: MARVIN, MARCIANO, Maspes, MARYLIN, Meg y Mina. Los primeros cuatro han dejado seguramente huella en el boxerismo mundial. Marvin ha sido el segundo sujeto italiano que ha ganado la Bundessieger alemana, después de Dino della Val di Senio, quien la ganó veinte años antes. Por otra parte, cruzado con las hijas de Zita, a sido padre de numerosos campeones. De Marciano, que seguramente fue un sujeto que estaba a la altura de Marvin, hay que resaltar las grandes cualidades transmitidas en muchos de sus hijos, y en particular en la multipremiada Che Linse Tabata. El tercero de los hermanos, Maspes, propiedad de una familia en absoluto interesada a las exposiciones, era quizás el mejor de los tres, basta recordar que a las tres únicas exposiciones a las que participó (ATIBOX, Campeonato del año y special Boxer de Bergamo) se clasificó siempre al primer puesto.
Y llegamos así hasta la famosisima Marylin, todavía en los ojos de los verdaderos boxerístas. "A mi parecer- confiesa sin falsas modestias Giancarlo- Marylin ha sido la mejor Boxer de los últimos treinta años!". De hecho tenía todas las cualidades que el boxer moderno debe tener: tipicidad,potencia,elegancia, clase y armonía en el movimiento, sobretodo en lo que concierne a la potencia del empuje, el ángulo, la solidez de los dorsales, tipicos del verdadero Boxer". Marylin ha sobresalido en los más importantes y prestigiosos rings europeos, pero en particular Giancarlo recuerda la emoción del primer titulo mundial, conquistado en Valencia en 1992, y obviamente el momento de la victoria en el campeonato del año alemán en Aachen (quizás porque allí Marylin ha sido el primer Boxer italiano en ganar este titulo). Por desgracia queda todavía vivo en él una gran pena, el de no haber ganado nunca la ATIBOX. "Marylin se ha clasificado segunda tres veces seguidas, y esto seguro no porque lo desmereciera, sino por absurdos juegos políticos y de jueces de bajísimo perfíl técnico".
Todas las camadas de Flora se han distinguido por un particular, desde luego no irrelevante, de hecho, de cada una de sus camadas han salido campeones. En particular la familia Perrotta siente que debe recordar a TULLIO DEL GRAN MOGOL, y al que su joven propietario, "Chicco", antes de morir prematuramente, condujo a Tullio, ganando algunos titulos de belleza y subrayemos, a conquistar el ambicionadísimo segundo puesto en la ATIBOX de trabajo de Praga en 1996. A propósito de titulos de trabajo conquistados por los Boxers "Gran Mogol", merece una mención particular WESS, que ha ganado el campeonato social de trabajo del Club del Boxer de Italia (B.C.I), conducido por su propietario A. Benatelli.
Y ya hemos llegado a la historia más reciente. Como podemos no recordar a RENO, ATHOS, REBELL y RON, QUERCIA, Jacqueline, META, TAYLOR, STELLA, SIGURD y SHARON, YANOSCH y YANTO, VESTA, SASCHA, YSKA y podría continuar, verdaderamente, hasta el infinito. "No dejaré nunca de criar Boxers, cuidandome de las modas y de los modelos que a menudo se quieren imponer- afirma con convicción el mismo criador- y seré siempre fiel a las enseñanzas de los viejos boxerístas, respetando el standard, la salud y el caracter; son estos últimos, de hecho, los mayores problemas que amenazan a esta espléndida raza. No limitandome a buscar la belleza de la cabeza, sino concentrandome también en la armonía de la construcción del tronco, continuaré a producir Boxers para mi mismo, para mi criadero y para quien los sepa apreciar".
Finalmente, un profundo agradecimiento de parte de Giancarlo para toda su familia y, sobre todo, a su mujer Caterina: "Todo esto no habría sido posible sin un gran espiritu de colaboración apoyandome".